Un nuevo medicamento, un análisis de sangre y una villa especializada son algunas de las cosas que han dado esperanza a las personas que viven con la enfermedad de Alzhéimer en los últimos cuatro años.
Y podrían haber más en el camino.
En el marco del Día Mundial del Alzheimer, el 21 de septiembre, enumeramos cuatro avances significativos que se produjeron en los últimos años.
¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia en adultos mayores y afecta a más de 55 millones de personas, según la organización Alzheimer’s Disease International (ADI).
Lleva el nombre del doctor Alois Alzheimer, quien en 1906 notó cambios en el tejido cerebral de una mujer que había muerto con síntomas que incluían pérdida de memoria y problemas de lenguaje.
«La investigación está mejorando la forma en que diagnosticamos, prevenimos y tratamos la enfermedad de Alzheimer», le dice a la BBC, Sara Imarisio, jefa de investigación de Alzheimer’s Research de Reino Unido.
«Muchos años de financiar investigaciones pioneras y respaldar a personas brillantes con ideas audaces nos trajo hasta este punto, con varios tratamientos potenciales para el alzhéimer en el horizonte», detalla.
1. Investigación «histórica» sobre la influencia genética (2022)
Un estudio «histórico» de este año asoció 42 genes adicionales con la enfermedad de Alzheimer por primera vez.
Científicos de ocho países, incluidos Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Australia, observaron el material genético de 111.000 personas con alzhéimer.
Ellos identificaron 75 genes relacionados con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, incluidos 42 que no habían sido asociados previamente.
Estos hallazgos, publicados en la revista Nature Genetics, sugieren que el alzhéimer es causado por muchos factores, con evidencia de que hay una proteína específica involucrada.
La coautora del estudio, la profesora Julie Williams, describió el trabajo como «un gran paso adelante en nuestra misión para entender el alzhéimer que puede producir varios tratamientos necesarios para retrasar o prevenir la enfermedad».
«Los resultados respaldan nuestro creciente conocimiento de que la enfermedad de Alzheimer es una condición extremadamente compleja, con múltiples desencadenantes, caminos biológicos y tipos de células involucradas en su desarrollo», sostuvo.
Otra investigación demostró que los factores del estilo de vida, como fumar y ciertas dietas, influyen en quién podría desarrollar alzhéimer. Pero los especialistas creen que la genética posee el mayor riesgo.
2. La villa para el alzhéimer (2020)
Un nuevo enfoque para cuidar y tratar el alzheimer es construir villas especialmente diseñadas para que los pacientes vivan una vida aparentemente normal, pero siempre bajo la vigilancia de los cuidadores.
Francia creó una aldea dedicada a la enfermedad de Alzhéimer en 2020, basada en una villa para la «demencia» en los Países Bajos.
«Landais Alzheimer» está ubicada en Dax, en el suroeste de Francia, y tiene una tienda de comestibles, peluquería y hasta ofrece recitales de música.
Fue diseñada para parecerse a una tradicional aldea medieval, como si fuese una ciudad fortificada.
Su arquitecto le dijo al diario Le Monde que la aldea no tenía cercas visibles, pero sí muchos caminos seguros bien integrados en la vida social y cultural de la ciudad.
Madeleine Elissalde, de 82 años, fue una de las primeras en mudarse allí.
«Es como estar en casa», dijo Elissalde. «Estamos bien atendidos».
«Su pérdida de memoria es menos severa», asegura su nieta Aurore. «Ella es feliz, ha redescubierto cómo disfrutar de la vida».
Una de las consecuencias de la instalación de esta villa de alzheimer es que la gente que vive cerca parece estar cambiando su punto de vista sobre las personas que viven con la enfermedad de Alzhéimer.
Una encuesta de la Alzheimer’s Association de agosto de 2022 sobre los residentes en la ciudad anfitriona de la villa mostró una caída en el sentimiento de rechazo por las personas con alzheimer después de que la aldea se abriera al público, en comparación con otra ciudad sin un pueblo con esas características.
3. Primer medicamento nuevo contra el alzhéimer en 20 años (2021)
El primer medicamento nuevo contra la enfermedad de Alzheimer en casi 20 años fue aprobado por los reguladores en Estados Unidos en junio de 2021.
Aducanumab ataca la causa subyacente de la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, en lugar de sus síntomas.
En marzo de 2019, la fase final de los ensayos clínicos internacionales de Aducanumab, en los que participaron unos 3.000 pacientes, fue detenida.
Esto sucedió porque un análisis mostró que el fármaco, administrado como una infusión mensual, no mejoraba la ralentización del deterioro de la memoria y los problemas de pensamiento.
Pero más tarde ese mismo año, el fabricante estadounidense Biogen analizó más datos y concluyó que el medicamento si funciona, siempre y cuando se administre en dosis más altas.
La compañía también dijo que redujo significativamente el deterioro cognitivo.
Sin embargo, en diciembre de 2021 la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) rechazó su aprobación.
La EMA dijo que Aducanumab no parece ser efectivo en el tratamiento de adultos con síntomas del alzhéimer en las primeras fases.
Al momento de su aprobación en EE.UU., varios científicos dijeron que había poca evidencia en los ensayos de los beneficios, además de apuntar a la amiloide, una proteína que forma grumos anormales en el cerebro de las personas con alzhéimer.
La conclusión es que mientras el nuevo medicamento está en el mercado en EE.UU., hay dudas sobre su efectividad en otros sitios.
4. Análisis de sangre antes de la aparición de síntomas de alzhéimer (2019)
Los científicos dijeron en 2019 que podían identificar con precisión a las personas en vías de desarrollar la enfermedad de Alzheimer antes de que aparezcan los síntomas.
Ellos apostaron a que esto podría ayudar al progreso de los ensayos de medicamentos. Científicos estadounidenses pudieron usar niveles de amiloide en la sangre para ayudar a predecir su acumulación en el cerebro.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en Misuri -cuyo estudio fue publicado en la revista Neurology- midieron los niveles de la proteína beta amiloide en la sangre de 158 adultos mayores de 50 años. Querían ver si los escaneos cerebrales mostraban niveles similares.
Los escaneos mostraron niveles similares, pero solo el 88% del tiempo, que no es lo suficientemente preciso para una prueba de diagnóstico.
Cuando los investigadores combinaron esta información con otros dos factores de riesgo para la enfermedad -ser mayor de 65 años y personas con una variante genética denominada APOE4- la exactitud del análisis de sangre mejoró al 94%.
La BBC citó a expertos de Reino Unido en 2019 diciendo que los resultados eran prometedores y un paso hacia análisis de sangre confiable para la enfermedad de Alzheimer y acelerar la investigación de la demencia.
Sin embargo, los expertos también advierten contra la dependencia de los análisis de sangre.
«Se han comercializado varias pruebas de detección de demencia directamente a los consumidores. No se ha demostrado científicamente que ninguna de estas pruebas sea precisa», dice la Alzheimer’s Association en EE.UU.
La organización recomienda el diagnóstico de un médico que evalúe una serie de factores.
«Por esta y otras razones, la Alzheimer’s Association cree que las pruebas de detección en el hogar no pueden ni deben utilizarse como sustituto de un examen completo realizado por un médico calificado«.
En resumen, existe la posibilidad de análisis de sangre para detectar la enfermedad de Alzhéimer, pero el diagnóstico de un médico sobre el comportamiento es una meta crucial para determinar si existen síntomas.
El futuro del tratamiento del alzhéimer y la demencia
Hay más de 150 fármacos en ensayos clínicos para la enfermedad de Alzheimer, según detalla Sara Imarisio.
Pero advierte que toma tiempo que sean aprobados y listos para que un paciente los utilice.
«En el futuro, la prevención y la combinación de tratamientos farmacológicos y cambios en el estilo de vida pueden ser la estrategia más efectiva para limitar el impacto de la demencia. Mientras que las nuevas drogas toman muchos años para desarrollarse, los cambios en el estilo de vida están disponibles para todos», asegura.
En conclusión, reducir el riesgo a través de la adopción de diversas medidas de estilo de vida saludable ayudará a disminuir la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzhéimer.
Sin embargo, a medida que la ciencia médica avanza, debería también desempeñar un papel cada vez mayor para ayudar a combatir esta importante causa de demencia.